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¿Qué es el interés compuesto?
El Banco de España define el interés compuesto como un proceso financiero en el que los intereses de cada periodo se añaden al capital inicial para conseguir producir nuevos intereses. De modo que se invierten los intereses que se han conseguido con la inversión inicial.
Empezar a invertir cuanto antes es la decisión más inteligente, y donde los beneficios generados gracias al interes compuesto se harán más evidentes. Antes de nada debemos establecer cuál es nuestro perfil inversor. Esto es fundamental para no equivocarnos al definir nuestra estrategia de inversión.
La inversión debe ser constante. Si queremos ver como nuestro dinero crece a medio y largo plazo es muy importante la regularidad. Ahí es donde se mostrarán la bondades del interés compuesto, y podremos aprovecharnos de su tremendo potencial.
¿Cuándo hay que empezar a invertir?
La respuesta siempre es : cuanto antes. Los beneficios conseguidos gracias al interés compuesto aumentarán de manera significativa cuanto antes empecemos a reinvertir los intereses. En el siguiente gráfico de JP Morgan observamos que nuestro dinero crecerá de forma exponencial si somos constantes al invertir, y mantenemos la inversión más los intereses obtenidos durante largos periodos de tiempo. Por ejemplo durante décadas.
El inversor del ejemplo que mostramos, al cumplir 25 años decidió invertir 5000 euros al año en una selección de acciones que le recomendó su padre. Valores de estabilidad contrastada que le daban una rentabilidad media anual del 5%.
Su hermano mayor, de 35 años hizo exactamente lo mismo, animado por el pequeño. Acordaron invertir todos los años 5000 euros en las acciones que su padre les había seleccionado.
El hermano pequeño, que empezó a invertir a los 25 años, acabó invirtiendo 50.000 euros más (5000 euros anuales durante diez años) que su hermano mayor. Al cumplir 65 años, el pequeño había conseguido acumular un patrimonio de 639.199 euros, casi 300.000 euros más que su hermano, que comenzó a invertir a los 35 años, y que consiguió juntar 353.803.
Esta diferencia tan sustancial se explica gracias al poder multiplicador que ejerce sobre nuestro dinero el interés compuesto.
Reinvertir los dividendos
De nuevo JP Morgan nos plantéa un supuesto de dos inversores que invierten 5000 euros en 1986. Uno de ellos se gasta los dividendos, mientras que el otro los reinvierte. En este ejemplo, se consideraba el periodo de inversión desde 1986 a 2018, un periodo de treinta y dos años. Se tomó como referencia el índice MSCI Europe.
El inversor que se gastó los dividendos logró acumular 27.972 euros al final del periodo, mientras que el inversor que reinvirtió los dividendos disponía de una cantidad muy superior. En total 72.580 euros.
La fuerza de la Capitalización
Frente a una rentabilidad total de un 450% sin reinversión, con reinversión de los dividendos se ha conseguido un 1.400%. Es por ello que todos los asesores de inversión profesionales recomiendan la reinversión de las rentas de las inversiones, excepto en aquellos casos que el inversor necesite disponer de las mismas.